La oreja de liebre (Bupleurum rigidum) es una hierba perenne, de 30 a 80 cm de altura, erecta, lampiña y de raíz profunda, que pertenece a la familia de las umbelíferas o apiáceas. Se reconoce fácilmente por sus hojas simples y coriáceas, de nerviación muy prominente, con unos nervios marginales muy engrosados, y de un color verde grisáceo que tira a azul. En la parte inferior de la planta las hojas normalmente miden de 7 a 20 cm de largo y tienen una forma que recuerda la oreja de una liebre (limbo obovato – oblongo), pero, a medida que se va ascendiendo por el tallo florífero, van siendo cada vez más pequeñas y estrechas, hasta llegar a ser lineales, como las brácteas y las bractéolas de las inflorescencias. Toda la parte aérea de la planta se seca en otoño, pero las hojas se descomponen lentamente, por lo cual pueden mantenerse secas y enteras durante meses (foto 3ª). El tallo florífero es flexuoso y normalmente único, está muy ramificado y lleva numerosas umbelas compuestas (umbelas de umbélulas) de pequeñas flores amarillas. Florece de julio a septiembre. Los frutos, que miden 3-5 mm de largo, son secos y alargados y, en la superficie, tienen 5 resaltes delgados (costas o costillas) por cada uno de los dos mericarpos. Los mericarpos son las partes en que se separa el fruto cuando está maduro. Los frutos de las umbelíferas están formados siempre por dos mericarpos.
La oreja de liebre es común en el Bages, vive en los prados de junquillo falso, en los lastonares y en los claros del bosque. Su área distribución comprende diferentes zonas de clima mediterráneo no excesivamente seco y de clima submediterráneo en el Mediterráneo occidental (del noroeste de Italia hacia el oeste).
[fotos Florenci Vallès (1ª y 2ª) y Jordi Badia (3ª)]