La pantera (Amanita pantherina) es una seta esbelta y muy bella por su característico porte con el sombrero pardo, brillante y salpicado de pequeñas manchas blancas, que la identifica sin dudar como una especie del género Amanita. Además se trata de una de las Amanita más tóxicas.
Nace de un huevo o velo total que, al rasgarse, queda en la base del pie como una volva de márgenes rugosos, harináceos, más una serie de retazos blancos, más o menos regulares y concéntricos, adheridos a la superficie del sombrero. El pie es alto y estrecho, de 1 a 2 cm de diámetro, blanco y con un anillo membranoso a media altura como recuerdo del velo parcial que cubría las láminas. Estas láminas son igualmente blancas, densas y elegantes.
La pantera aparece en bosques de planifolios a poca altitud, en particular en encinares y robledales y entre las estepas. La pantera puede confundirse con dos especies de Amanita comestibles, la amanita rojiza (A.rubescens) y la amanita de pie grueso (A.spissa), ambas más robustas y con los retazos en el sombrero rugosos y no tan blancos. La confusión puede resultar fatal.
[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª y 3ª) y Marta Queralt López Salvans (4ª)]