El pensamiento de campo (Viola tricolor ssp. arvensis [= V.arvensis]), a pesar de su nombre, no es exclusivo de los sembrados, sino que crece también en yermos y en los prados enjutos de los rellanos de las montañas. Es una hierba anual o plurianual que alcanza los 30 cm. Posee unas estípulas grandes que se confunden con hojas, compuestas por 5-7 lóbulos entre palmados y pinnados con el lóbulo central notablemente mayor, y hojas oblongas, pecioladas, con el margen crenado. La flor, el pensamiento, posee 5 sépalos de punta aguda y verde, y una corola de 5 pétalos que combina con elegancia y variabilidad los colores blanco -normalmente mayoritario-, amarillo -en el pétalo inferior- y violeta -un matiz más o menos intenso en los pétalos superiores y laterales, y las líneas radiales en los pétalos laterales y en el inferior-. De ahí proviene su nombre tricolor. Además de por el color, la flor del pensamiento de campo se diferencia de la de las violetas porque sus dos pétalos laterales se aproximan a los pétalos superiores, no al inferior como en las violetas. El pétalo inferior del pensamiento de campo, como en las violetas, forma detrás un corto espolón.
El pensamiento de camp florece en los meses de mayo y junio. En la comarca de Bages, lo hemos visto solo en su mitad este, aparentemente porque prefiere ambientes relativamente frescos. El pensamiento de campo ha originado las numerosas variedades de pensamientos usados en jardinería.
[fotos Jordi Badia]