La perdiguera (Helianthemum apenninum ssp. pilosum) es una mata de aspecto grisáceo y hojas lineares, algo revolutas, que alcanza medio metro de altura y que vive en romerales y otros ambientes cálidos. Su porte discreto se transforma radicalmente en un aspecto llamativo cuando en primavera abre sus flores vistosas, similares a las del romero macho (Cistus clusii) aunque menores, que descubren que la perdiguera pertenece a la familia cistáceas como las jaras (gén. Cistus) y su congénere H.oelandicum ssp. italicum. Estas flores tienen 3 sépalos normales más dos minúsculos, 5 pétalos blancos, idénticos que constituyen una simetría perfectamente radiada y múltiples estambres amarillos.
La perdiguera es una planta común en la comarca de Bages, en donde ocupa lugares secos y soleados en honor a la etimología griega de su hombre de género Helianthemum («helios» = sol, «anthos» = flor), la flor del sol. En la imagen 2ª, una población de perdiguera encara todas sus flores al sol.
Existen dos subespecies de perdiguera en la comarca de Bages que el nombre popular no discrimina: Helianthemum apenninum ssp. pilosum propia de romerales y pedregales y con flores siempre blancas de un máximo de 2 cm de diámetro y Helianthemum apenninum ssp. apenninum propia de prados y con flores blancas o rosadas, algo mayores. Si los pétalos son rosados, no hay duda de que se trata de la ssp. apenninum. Si los pétalos son blancos, se complica la cuestión porque el tamaño es poco constante. Entonces hay que observar los sépalos: si éstos tienen las costas pilosas y los espacios intercostales glabros, se trata de la ssp. pilosum; si los espacios intercostales son igualmente pilosos, se trata de la ssp. appeninum.