Pyrrhosoma nymphula es una libélula del suborden Zygoptera que agrupa a las libélulas más esbeltas, las que en reposo mantienen las alas paralelas u oblicuas al abdomen largo y fino.
Pyrrhosoma nymphula se reconoce por su color rojo vivo, sobre todo en los machos. Los machos son íntegramente rojos, incluyendo los ojos, salvo unas franjas negras en los segmentos números 7, 8 y 9 al final del abdomen, las patas negras, los pterostigmas negruzcos y una franja longitudinal amarilla en el tórax. Las hembras tienen la extensión de la coloración roja y negra del abdomen variable e incorporan círculos estrechos negros y amarillos al final de cada segmento abdominal. Las imágenes muestran ejemplares machos; la foto 1ª un individuo inmaduro de coloración más cercana a la de las hembras; la foto 2ª un individuo plenamente adulto de coloración roja característica.
Los machos de Ceriagrion tenellum se asemejan mucho a los de Pyrrhosoma nymphula, pero no tienen las bandas negras al final del abdomen y sus patas son rojas. Los machos de Platycnemis acutipennis también se asemejan, pero su color es rojo anaranjado, no rojo vivo, y los ojos no son rojos.
Pyrrhosoma nymphula es la primera especie de odonato en emerger como adulto en primavera; se encuentra ya durante la segunda quincena de abril. No es raro ver machos de Pyrrhosoma nymphula explorando zonas nuevas alejadas del agua, pero se acercarán de nuevo para realizar la cópula con una hembra. Las hembras realizan la puesta en tándem sobre la vegetación que flota en el agua de zonas calmadas, a menudo en grupos numerosos. Las ninfas son acuáticas y miden de 19 a 22 mm en su último estadio. Viven en el fondo del agua y entre la vegetación subacuática de ríos y lagos permenentes, alimentándose de otras larvas de insectos y de pequeños crustáceos.
En Europa P. nymphula se distribuye principalmente por el centro del continente, siendo menos abundante en el este, en el área mediterránea y en el norte. En Cataluña es bastante abundante, pero falta sobre todo en las zonas litorales y en las llanuras agrícolas.
[fotos Jordi Badia (1ª) y Xavier Adot (2ª)]