La romaza (Rumex pulcher) es una hierba perenne de la familia poligonáceas, discreta con sus flores que poliniza el viento, aunque al madurar la inflorescencia vira a tonos rojizos que acaban en marrón oscuro al secarse por completo a final de temporada. A pesar de ello, posee algunos rasgos muy propios si se observa al detalle.
La romaza alcanza algo más de medio metro de altura. Las hojas se disponen en una roseta basal y alternas en los tallos, decrecientes de abajo a arriba. Las hojas de la base tienen un pecíolo largo y un limbo lanceolado estrecho de hasta a 10-12 cm de longitud (foto 2ª), las caulinares son menores y con pecíolo corto, y finalmente las de la inflorescencia son muy pequeñas. El limbo tiene la base acorazonada, los costados ondulados, la punta aguda y un estrechamiento cerca de la base que las convierte en hojas panduriformes o en forma de violín, más evidente en las hojas basales mayores. El limbo está surcado por una red densa de nervios secundarios curvos que confluyen sin llegar al margen.
En la parte alta, los tallos se transforman en una inflorescencia en panícula ramificada en largas ramas divaricadas -es decir abiertas en un ángulo cercano a los 90º- en las que nacen las flores en verticilos distanciados. Cada verticilo tiene su hoja o bráctea correspondiente. Las flores son anemófilas; por tanto, poco vistosas. Tienen un pedicelo corto y curvado que las deja colgando. Vistas por el exterior, las flores tienen 3 tépalos externos muy pequeños y 3 tépalos internos triangulares de unos 4-6 mm con los márgenes dentados y confluyentes en la cúspide formando una pirámide. En cada flor se forma una sola semilla de color marrón oscuro que reproduce la forma de tricúspide, envuelta por los 3 tépalos internos firmemente adheridos que han crecido por los costados a modo de ala. Inicialmente los frutos son verdes (foto 4ª), después rojizos (foto 5ª). El conjunto de la semilla con los tépalos alados y dentados adheridos constituye la unidad de dispersión.
La romaza vive en campos, rastrojos, márgenes de caminos y terrenos alterados. Es una planta común bien distribuida, aunque sin usos tradicionales.
[fotos Jordi Badia]