Philipomyia aprica es un tábano, una mosca que pertenece a la familia Tabanidae. Es bastante grande, de entre 14 y 19 mm de longitud, y llama la atención por sus grandes y llamativos ojos verdes. Las antenas son cortas y los flagelómeros parecen una hoz invertida, morfología que es característica de esta familia de dípteros. El color de las antenas es calabaza, más o menos intenso, con una mancha terminal oscura de extensión variable. El tórax tiene color marrón y está cubierto por una densa pilosidad amarillenta salvo en las áreas laterales posteriores que son blanquecinas. Las alas son ahumadas de un color amarillento, con unas manchas de un amarillo marronoso en la mayor parte del margen anterior y en el centro. Las patas son marrones, pero las tibias son bastante más claras. En el abdomen, los terguitos son negros con una banda distal de pilosidad amarilla dorada, aunque los costados de los tres primeros son de color marrón rojizo oscuro.
Los adultos de P. aprica aparecen a lo largo del verano y a menudo visitan las inflorescencias de plantas apiáceas de las que chupan su néctar como el zumillo (Thapsia villosa), pero también podemos encontrarlos sobre el saúco (Sambucus nigra, Caprifoliaceae) o el aligustre de China (Ligustrum lucidum, Oleaceae). Una vez realizado el apareamiento, la hembra cambia de régimen alimenticio volviéndose hematófaga y toma sangre de caballos, vacas u otro ganado. Las proteínas que le proporciona esta nueva dieta sirven para fabricar huevos sanos y fértiles que serán depositados en el reverso de hojas de árboles o de arbustos situados cerca de claros de bosques de zonas húmedas y prados. Al eclosionar los huevos, las larvas caen al suelo en el que viven y se desarrollan alimentándose de pequeños invertebrados que cazan activamente.
P. aprica es una especie común y que podemos encontrar tmbién en alta montaña. Este tábano está presente en la mayor parte de Europa y en Oriente Próximo.
[fotos Xavier Adot]