El tornasol, hierba verruguera o verrucaria (Heliotropium europaeum) es una planta anual de la familia boragináceas que aparece en la segunda mitad del año. A pesar de su escasa altura no suele llegar a los 2 palmos- destaca por sus abundantes y delicadas flores blancas con la garganta matizada de amarillo, dispuestas en inflorescencias cimosas. La planta se ramifica desde la base en tallos largos de porte decumbente, caído. Posee hojas esparcidas y pecioladas, con limbo oval de 2-3 cm. Saca numerosas inflorescencias que se desenrollan en cola de escorpión, con las flores dispuestas directamente, sin pedúnculo, en dos hileras mirando a la par. La inflorescencia gira durante el día para encarar las flores al sol, tal como un seguidor solar orienta sus paneles fotovoltaicos.
El tornasol prospera en terrenos pisoteados y secos y en los rastrojos durante la segunda mitad del año.
La tradición de la teoría del signo atribuyó al tornasol o hierba verruguera las propiedades de curar las picadas de escorpión aplicando una infusión de sus hojas como emplasto sobre la zona afectada y las verrugas pequeñas y bien definidas si se mantenían en contacto con una de las 4 pequeñas semillas guardadas en el cáliz.
[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª y 3ª) y Montserrat Porta (4ª)]
- Ver el artículo Teoria del signe, en catalán, de Jordi Badia.
- Flora de Bages – Herbario de P. Font Quer.