Veronica arvensis es una de las especies anuales y menudas de las verónicas que crecen en huertos, campos y patios. Se reconoce frente a las congéneres por ser pubescente y por su dimorfismo foliar. Las hojas de la base son tan anchas como largas, dentadas y con un pecíolo muy corto, pero progresivamente se reducen al subir por los tallos procumbentes hasta su transformación en brácteas elípticas y sésiles al llegar al racimo o espiga terminal. Las flores son muy pequeñas, con un pedicelo cortísimo que las mantiene casi escondidas entre las brácteas y una corola de tan solo 2 mm de diámetro dividida en 4 lóbulos casi iguales y de un azul intenso. El pedicelo corto, casi ausente, de las flores y los frutos es otra característica identificativa de V.arvensis.
V.arvensis es una hierba común en la comarca de Bages, aunque poco reconocida por su porte humilde y sus flores escasamente vistosas. Según recoge Pius Font i Quer en su libro Plantas Medicinales, las infusiones de V.arvensis se habían utilizado para tratar enfermos con vómitos de sangre.
[foto Jordi Badia]