La viña del Tíbet (Fallopia baldschuanica [= Polygonum aubertii, P.baldschuanicum Bilderdykia aubertii, B.baldschuanica]) es una liana de la familia poligonáceas originaria de Asia, plantada para embellecer setos o muros y subespontánea en márgenes de caminos, zarzales húmedos y orillas de ríos.
De su parte leñosa salen tallos volubles, lisos, a menudo rojizos y particularmente flexibles que se entrelazan y ramifican repetidamente para ocupar de forma densa y compacta el espacio disponible. Las hojas son caducas, en disposición esparcidas, poseen pecíolo de unos 3 cm y limbo cordado de hasta 10×6 cm con márgenes ondulados.
En la segunda mitad del año, la viña del Tíbet florece abundosamente. Las flores se disponen en panículas axilares o terminales tan numerosas que, visto el poblamiento de viña del Tíbet a distancia, el blanco de las flores tapa por completo el verde de las hojas. Cada una de las flores posee unas minúsculas brácteas rojizas en la base del pedicelo corto y articulado, un perianto blanco con matiz verde constituido por 3 tépalos externos alados y decurrentes hasta el punto de articulación del pedicelo y 2 tépalos internos, 8 estambres, 3 estilos soldados y 3 estigmas. Los tépalos externos se mantendrán en forma de alas en fruto, aportando a veces un tono rosado.
La viña del Tíbet crece portentosamente gracias a sus tallos como cables que escalan glorietas y estructuras de los jardines. Esta virtud en los jardines se convierte en capacidad invasora fuera de ellos. En la comarca de Bages, la viña del Tíbet crece subespontáneamente en los valles principales del Llobregat y del Cardener; existen buenas poblaciones en la orilla derecha del río Cardener en Manresa cerca de la estación y en la del Llobregat en Monistrol de Montserrat.