La zamarrilla (Teucrium polium ssp.polium) es una mata baja y grisácea, con el porte del tomillo y de su misma familia labiadas, que crece en lugares secos. Toda la planta tiene vellosidad, especialmente densa en los cálices, en las sumidades florares y en el reverso de las hojas, responsable del matiz grisáceo. Las hojas son casi lineares de 1 cm de longitud, sin pecíolo, con los márgenes crenados y revolutos. Igual que el resto de labiadas, las hojas se disponen opuestas. Las flores nacen en glomérulos de 1,5-2 cm de diámetro en el extremo de los numerosos tallos cortos. Cada flor pose un cáliz de unos 4 mm y una corola blanca con solo labio inferior. A menudo las flores se hipertrofian y se transforman en un cecidio globoso por la acción de Copium teucrii, un pequeño hemíptero.
La zamarrilla es aromática, aunque su olor no es, ni por asomo, tan agradable ni tan intenso como el del tomillo (Thymus vulgaris), sino con un punto picante que puede recordar a la pimienta. La zamarrilla tiene tradición de uso medicinal para múltiples finalidades poco contrastadas, entre ellas la de eliminar gusanos intestinales.
La zamarrilla es muy variable a nivel infraespecífico, en parte enlazando con su extensa distribución geográfica por tierras mediterráneas. Además de la zamarrilla (T.polium ssp.polium), en la comarca de Bages existe la zamarrilla amarilla (T.polium ssp.aureum), bien diferenciada por su corola amarilla y sus pelos dorados, que probablemente tenga que ser catalogada como la especie propia Teucrium aureum porque no hemos visto ejemplares con caracteres intermedios.
[fotos Jordi Badia]