Los rebaños de ovejas (Ovis aries [= Ovis orientalis aries]), o a veces mixtos de ovejas y cabras (Capra aegagrus hircus), pastan en los sembrados tras la cosecha, en los prados, en los pinares claros de pino carrasco y en los márgenes de caminos.
Se trata normalmente de una ganadería que ejerce una presión discreta sobre un territorio extenso. Solo en las zonas inmediatas al corral y en los caminos más transitados por el rebaño, la presión del pasto y del pisoteo suele ser excesiva, lo que desencadena la sustitución de las plantas propias del lugar por otras nitrófilas y la erosión del terreno en las pendientes.
El número de rebaños en la comarca de Bages ha ido disminuyendo progresivamente durante las últimas décadas, por razones económicas y por las barreras interpuestas por la urbanización y las infraestructuras a los desplazamientos del rebaño.
La imagen 1ª muestra en primer término al carnero, el macho de la oveja, con sus característicos cuernos helicoidales, testigo de su más que probable descendencia a partir del muflón (Ovis musimon) salvaje.