Escolopendra

Scolopendra cingulata

La escolopendra (Scolopendra cingulata) es el miriápodo mayor y el único temido de la fauna europea. Puede alcanzar 12 cm de longitud.

La escolopendra tiene el cuerpo dividido en 21 segmentos de color dorado, más oscuro en su mitad dorsal que en la ventral, con franjas oscuras en los márgenes transversales de los terguitos -cada una de las placas que cubren el dorso de un segmento. Cada segmento posee un par de patas cortas, agudas dirigidas a los laterales y de color claro, exceptuando las patas del último segmento que son mayores, dirigidas hacia atrás y de tono rojizo. La cabeza tiene un par de antenas también rojizas y un par de forcípulas fuertes, curvadas como tenazas y conectadas a una glándula de veneno. El último segmento del cuerpo y la cabeza son redondos, ambos tienen apéndices en forma de “V” y comparten el mismo color rojizo, por lo que a primera vista no se sabe qué extremo es el anterior y cual el posterior; la escolopendra es un animal capicúa que no sabes por donde va a morder. En la imagen, la cabeza se encuentra a la derecha; se identifican las antenas por sus 17-21 artejos cortos, mientras que las patas constan de 4 artejos largos.

La escolopendra vive en terrenos secos, normalmente refugiada bajo las piedras. Es un animal cazador que captura sus presas mediante su mordedura venenosa.

Una picada de escolopendra con sus forcípulas venenosas a una persona le ocasionará dolor local intenso e inflamación de la parte afectada, sin llegar al extremo de toxicidad de la picada de una víbora.

[foto Marta Queralt López Salvans]