En términos cuantitativos, la fuente Salada del arroyo de Guardiola pasaría desapercibida por insignificante, de no ser porqué, en términos cualitativos, su agua es ligeramente salada. La fuente Salada se encuentra en la orilla izquierda, la solana, del arroyo de Guardiola en el término municipal de Manresa, a aproximadamente 1 km aguas arriba de la casa de campo de Cornet. La fuente Salada mana del contacto entre dos capas de arenisca marina, a unos 2 o 3 metros por encima solamente del nivel del arroyo. A sus pies comienza el gorg Salat (= la poza Salada) (imagen 1ª), en su inicio estrecho, profundo y sombreado, flanqueado por roca, después mucho más abierto, que toma el nombre y la sal de la fuente.
El gorg Salat es popular por ser un lugar apto para el baño; en cambio la fuente apenas si es conocida. El buen naturalista localizará la fuente Salada perqué allí crece un taray (Tamarix canariensis), el arbusto de hojas escuamiformes caducas, y porqué, en el terreno húmedo situado debajo, entre los junquillos negrales (Schoenus nigricans) comunes en el arroyo se mezclan juncos marítimos (Juncus maritimus), como un junco (Juncus acutus) aunque de porte menor y con la punta menos hiriente. Ambas plantas, el taray y el junco marítimo, son halófitos, plantas propias de suelos salinos.
El agua de la fuente Salada forma un charco junto a surgencia en el que nadan larvas de mosquitos y se divide luego en dos rutas: en parte se desploma para confluir en el arroyo y en parte se desliza casi en horizontal por la capa de arenisca durante unos metros antes de caer hacia el arroyo. Solo en temporada seca se ve claramente el punto exacto de surgencia.
En el año 1912, Pius Font i Quer, recién doctorado en Farmacia, en un artículo publicado en el boletín núm.54 del Centro Excursionista de la Comarca de Bages dio a conocer la existencia de esta Salada y publicó sus resultados de análisis del agua. Font i Quer obtuvo un resultado de cloruros de 3.074 milígramos de cloruro por litro (mg Cl/L). En octubre de 2020 hemos muestreado esta pequeña surgencia. Nuestro resultado, utilizando un kit de análisis de cloruros en el agua, ha sido de 3.150 mg Cl/L.
Han transcurrido más de 100 años y la composición del agua de la fuente Salada del arroyo de Guardiola se mantiene igual, ¡fantástico! El resultado de cloruros es esencialmente el mismo; la pequeña variación se explica solo con el error propio de los análisis y la diferencia de algo más o menos de evaporación.
Cabe decir que otras veces habíamos analizado la fuente Salada del arroyo de Guardiola obteniendo valores de cloruros algo inferiores, aunque probablemente no habíamos conseguido la muestra del punto exacto en el que mana o había sido diluida por agua de lluvia.
El agua de la fuente Salada del arroyo de Guardiola es unas 6 veces menos salada que la de mar (19.000 mg Cl/L) y su caudal minúsculo; por tanto su incidencia ecológica no alcanza más allá de los pocos metros entre el punto de surgencia y el arroyo.
El origen de la salinidad de esta agua debe buscarse en trazas de la formación geológica Cardona que se intercala entre la formación Santa María, de origen marino y color claro, y la formación Artés de origen continental y color rojizo. No muy lejos en dirección oeste, por cambio lateral de facies, se pasa de la formación marina a la continental (ver el mapa geológico de la comarca de Bages). En alguna zona de esta transición habrán quedado trazas de las sales que más al norte constituyes los grandes depósitos de la formación Cardona. El agua debe disolver estas trazas de sales en el subsuelo y encontrar un paso por el que circular a kilómetros de distancia por el contacto entre dos capas impermeables de arenisca, hasta surgir junto al gorg Salat del arroyo de Guardiola.
[fotos Montserrat Porta (1ª) i Jordi Badia (2ª)]