Imágenes del río Llobregat retenido por una presa en la zona húmeda de la Corbatera (Sallent), enn la 1ª en visión de verano a finales de la década 1990-2000, en la 2ª en su aspecto invernal en el año 2014. Además del ciclo estacional, obsérvese el crecimiento industrial en la zona de Cabarianes.
La zona húmeda de La Corbatera ocupa la llanura aluvial del río Llobregat desde Cabrianes hasta Pont de Cabrianes, englobando la confluencia del arroyo la Gavarresa. El terreno pertenece al municipio de Sallent, con fragmentos periféricos menores de Artés, Calders y Navarcles.
El valle del Llobregat, más ancho en este tramo que en cualquier otro de su curso medio por la comarca de Bages, facilita la extensión del humedal. El río es una ruta migratoria preferente para las aves, que aprovechan las condiciones naturales de La Corbatera para el reposo. La Corbatera es una extensa área reconocida por ornitólogos como zona para la observación de aves, tanto por la diversidad de especies asociadas a hábitats distintos -carrizal, guijarral, bosque de ribera, prado húmedo, cultivos…- como por su variación estacional, la presencia esporádica de especies poco frecuentes o la elevada densidad de poblaciones de otras más comunes. La garza real (Ardea cinerea) ha iniciado una colonia de cría en los chopos situados entre el estanque de La Corbatera y el río Llobregat.
Entre los años 1994 y 1997 se realizaron en La Corbatera los principales trabajos de restauración ecológica, entre los cuales la limpieza general, la construcción del estanque de la Corbatera y la plantación de árboles de ribera en parcelas desforestadas. La delegación del Bages de la ICHN participó en ello. Durante 2009 y 2010 se realizaron los estanques de La Sala, menores, cercanos a la desembocadura del arroyo de La Sala al río Llobregat. Pero en sentido negativo hay que lamentar los tres vertidos de salmuera del colector de los años 2008 y 2009 que mataron árboles de ribera cerca del estanque mayor de la Corbatera, aunque drenaron hacia el río sin afectar directamente el agua del estanque.
[fotos Marc Vilarmau (1ª) y Jordi Badia (2ª)]