Entrada de agua salada en el arroyo de La Filosa, a unos metros de su confluencia con el arroyo de Viladelleva para juntos constituir el arroyo de Bellver, en Callús. Este punto de surgimiento es conocido como fuente de la Filosa, ya que se encuentra junto a la casa de campo de este nombre.
En temporada seca, cuando no llega agua de la cabecera, el arroyo de La Filosa nace aquí. El agua mana del estrato de roca caliza lacustre, de color gris, intercalado entre las lutitas rojas dominantes. Pero desde hace años, esta agua es salada. Contiene unos 20.000 mg de cloruro por litro, es por tanto más salada que el agua de mar. El color de óxido del agua embalsada bajo la roca caliza se debe a que el agua salada disuelve iones de hierro de las lutitas.
En consecuencia, el agua del arroyo de Bellver es salobre, con una salinidad del orden de 3.000 mg Cl/L, desde La Filosa hasta su desembocadura en el río Cardoner. Están igualmente salinizados los pozos del nivel freático del arroyo de Bellver que habían abastecido las casas agrícolas de Cal Francisquet y Cal Cots de la Riera. Los análisis de componentes minoritarios de esta salmuera que circula por la capa de calcárea lacustre y surge en La Filosa trazan su origen en la escombrera de residuos mineros salinos de Suria.
[foto Jordi Badia]
- Ver Plataforma Montsalat, en catalán, para información detallada de los impactos ambientales de la minería de sal en la comarca de Bages.