La erosión de los senderos de Collbaix

La ascensión a Collbaix es una excursión muy cercana desde Manresa o Sant Joan de Vilatorrada, deportiva por sus 240 metros de desnivel pronunciado y especialmente agradable por la llegada a la cumbre plana con vistas excelentes sobre el Pla de Bages. Collbaix concentra todos los atractivos para ser el destino de una caminata matinal o para realizar algo de ejercicio. El primero de los itinerarios de la Anilla Verde de Manresa es precisamente el itinerario M1 – El Collbaix. Cada día, hoy, mañana y pasado mañana, cientos de personas suben a Collbaix. La posibilidad de aparcamiento en el camino de Monistrolet, al pie de la montaña, añade facilidades. La ascensión a Collbaix es el ejemplo claro de una ruta masificada en un espacio natural.

Collbaix es un relieve tabular mantenido por un estrato de conglomerado duro en la cima que se alarga hacia el oeste y con laderas al sur, al este y al norte constituidas mayoritariamente por lutitas rojas poco consolidadas que se erosionan fácilmente.

Primero el paso repetido de las abominables motos de trial primero y después la sobre frecuentación de excursionistas han convertido los senderos de estas laderas en cicatrices de tierra compactada y surcos profundos. El agua de lluvia canalizada por el terreno compactado profundiza aún más las cárcavas iniciales. Tratando de evitar el socavón en el que se ha convertido la zona de paso, los excursionistas pisan en el borde del sendero ensanchando más el área de terreno compactado en el que la lluvia no se infiltrará. A la vez que el antiguo sendero se convierte en un paso difícil, inevitablemente se inicia otro sendero alternativo que sumará más erosión. Progresivamente, la destrucción del terreno se intensifica y se extiende mientras no se actúe sobre la causa.

Las raíces de los pinos al aire libre -en las imágenes- son testigos de que el nivel del terreno ha descendido en décadas, no en siglos. Además de la pérdida de suelo fértil y de las cicatrices en el terreno, la compactación impide la infiltración del agua provocando una condición de sequía permanente. Los pinos cercanos a los senderos más descarnados, con las raíces expuestas, malviven por falta de tierra y agua hasta que mueren. En conjunto es un caso paradigmático de maltrato colectivo a una naturaleza que individualmente afirmamos amar. Somos una plaga.

Siempre es más fácil prevenir que curar. Actualmente no existe ninguna solución milagrosa: hay que actuar a la vez sobre las causas y sobre sus efectos. Los excursionistas debemos aceptar la obligatoriedad de un sendero único, principal y señalizado para subir a Collbaix, no cualquiera de los múltiples senderos posibles. El sendero único debe ser el itinerario señalizado M1 de la Anilla Verde de Manresa, aquel que sube por la cara este encarado a Sant Joan pasando por las tinas y que baja por la cara sur con vistas al valle de Rajadell, dejando todos los demás senderos posibles en paz para no empeorar la situación. La selección del itinerario M1 es correcta porque evita los tramos más pendientes y desgastados de la cuesta de Collbaix que mira hacia Manresa. Los excursionistas debemos ser suficientemente conscientes y valientes para recriminar a aquellos que no cumplan la norma elemental de limitarse al camino principal. En paralelo, por parte de las administraciones públicas son necesarias obras de reparación de los tramos más dañados de este itinerario M1 que proponemos como exclusivo, que deberían consistir en la realización de escalones de traviesas de madera en las zonas más empinadas y, allá donde hay socavones, pavimentos con la roca arenisca que aflora en capas delgadas intercaladas entre las lutitas. Las reparaciones del camino, además de ser una mejora en sí mismas, contribuirían a establecer el itinerario único.

[fotos Jordi Badia]