Rampa para peces en la esclusa de Sant Benet de Bages, en el Llobregat

La imagen muestra la escalera, o más propiamente rampa, para peces que corta la esclusa de Sant Benet de Bages, en el río Llobregat en los términos municipales de Sant Fruitós de Bages y Navarcles, recién construida en junio de 2022. La obra ha sido promovida y financiada por la Fundación Catalunya La Pedrera, propietaria del complejo Món Sant Benet. La esclusa desvía agua hacia el canal de la fábrica de Sant Benet por el lado derecho en el sentido de la marcha del río, el de Sant Fruitós, mientras que la rampa está construida en el lado izquierdo, el de Navarcles.

La gran mayoría de las numerosísimas esclusas que paran los ríos Llobregat y Cardener no tienen escaleras para peces; son barreras insalvables en el sentido de subida en la mayoría de los casos y para la mayoría de animales que viven solo en el agua. Ver “escaleras para peces en el Llobregat en Sallent y en el Cardener a Sant Martí de Torroella”. Estas escaleras consisten en una rampa compacta que va desde la parte alta de la esclusa hasta abajo, sobre la que se obliga a una corriente de agua a serpentear en un recorrido sinuoso que disminuya su velocidad para que los peces consigan remontarlo.

La rampa para peces de la esclusa de Sant Benet de Bages es distinta, es una escala superior. Consiste en una rampa mucho más larga y con pendiente suave que va desde la base de la esclusa hasta un tramo considerable aguas arriba, cerrada con paredes por ambos lados, y en cuya superficie se han situado grandes rocas para frenar la corriente y facilitar unos instantes de reposo a los peces. El ancho completo de la rampa sirve para el paso de peces, no solo una corriente estrecha y quizás demasiado rápida que serpentea entre escalones. Sí, realmente se trata de una escalera 2.0 cuya construcción es mucho más difícil y que está mucho más expuesta a las riadas, pero que cumple mucho mejor la función de salvar el paso por la esclusa para una gama mucho más amplia de fauna acuática. Excelente.

[foto Jordi Badia]