En extensas áreas de la mitad norte de la comarca de Bages, del bajo Berguedà y del Solsonès, el robledal de roble pubescente progresivamente sustituye al pinar de pino negral. Los incendios forestales han acelerado la sustitución de los pinos negrales por robles; los robles retoñan con vigor tras el fuego, mientras que los pinos no. Este tipo de sucesión es especialmente evidente en muchos de los bosques quemados en los incendios de los veranos de 1994 y 1998, como muestra la imagen obtenida en 2007 en el valle de Coaner (Súria), una de las áreas afectadas por el incendio generalizado en la Cataluña central en 1994.
Algunos pinos negrales altos sobrevivieron al fuego, tal como secuoyas en California. Pero por debajo de estos pinos testimoniales perdidos en las alturas prospera un estrato denso de robles y arbustos planifolios retoñados tras el fuego, cuya sombra impide la germinación de los piñones. En el bosque quedan pinos negrales altos y maduros, pero no nacen sus plantones. El bosque camina decididamente hacia el robedal de roble pubescente.
Décadas atrás, el pino negral había sido favorecido por las prácticas silvícolas en esta área.
[foto Jordi Badia]
- Ver el artículo Reconversió boletaire, en catalán, de Jordi Badia.