Los fósiles son evidencias materiales de la vida en el pasado geológico. Generalmente los encontramos incluidos dentro de las rocas sedimentarias. Permiten conocer la edad de estas rocas y las características del medio en el que vivieron los organismos de los cuales se originaron.
Los fósiles más conocidos y más abundantes del Bages son de origen marino. Provienen de los organismos que vivían en el mar cálido y poco profundo que cubría la comarca durante una parte importante del Eoceno. No son raros, pero, los fósiles asociados a rocas de origen lacustre. También se han encontrado fósiles de vertebrados terrestres del cuaternario (elefantes) en las terrazas fluviales y en las cuevas del Toll en Moià (osos, hienas, rinocerontes.).
Bajo el punto de vista geológico, los organismos fósiles del Bages son muy recientes y por tanto se asemejan en su mayoría a las especies actuales.
A continuación se describen los grupos de fósiles más frecuentes; aunque los hay también en la comarca de restos vegetales, esponjas, briozoos, gusanos poliquetos, cangrejos, dientes de tiburón, placas de tortuga o de huesos de sirénidos.
NUMULITES
Los numulites son uno de los grupos de fósiles más característicos del Eoceno marino. Por su forma de lenteja, se los denomina popularmente en la comarca llenties (lentejas) o dinerets (monedas). En algunos lugares del Bages se encuentran en grandes cantidades, individualizados en terrenos margosos. También pueden ser los constituyentes mayoritarios de una roca compacta: la caliza de Sant Vicenç de Castellet, activamente explotada como roca ornamental.
Los numulites se extinguieron a finales del oligoceno. Se trataba de protozoos marinos gigantes -desde pocos milímetros hasta 6 cm de diámetro- del grupo de los foraminíferos, con un cuerpo provisto de un caparazón calcáreo. Los trabajos sobre numulites realizados por el Dr. Valentí Masachs contribuyeron a la datación de los diferentes niveles del eoceno marino de la comarca.
Los corales son animales coloniales marinos que fabrican un esqueleto calcáreo. Los arrecifes de coral, las grandes construcciones submarinas de gran biodiversidad formadas básicamente por los esqueletos de estos animales, sólo se encuentran en aguas cálidas -con temperatura mínima hivernal superior a los 15º C-, pobres en nutrientes minerales y a profundidades donde pueda llegar perfectamente la luz. Las barreras de arrecifes que afloran de nordeste a suroeste en el Bages (Calders, Navarcles, Manresa…) prueban la existencia de un clima tropical durante el Eoceno. En ellos se encuentra una fauna fósil diversa que se asemeja a la de los arrecifes actuales.
BIVALVOS
Los bivalvos (almejas, mejillones, ostras…) son moluscos provistos de un caparazón calcáreo formada por dos valvas articuladas por una charnela. Durante el eoceno, en los fondos marinos más o menos fangosos próximos a las costas y desembocaduras fluviales del Bages, existía una gran diversidad de bivalvos. Los fósiles mejor conservados corresponden a las familias que tenían los caparazones más gruesos y bien desarrollados (ectínidos, ostreidos y espondílidos). Lo más normal en los bivalvos pertenecientes a las familias con valvas delgadas (árcidos, venéridos y foládidos) es que se conserve de ellos tan sólo los moldes.
GASTERÓPODOS
La diversidad del registro fósil de gasterópodos (caracoles) es muy notable en el Bages. Hay formas que presentan muy pocas vueltas (Velates, Natica, Terebellum), otras muy retorcidas (Turritella, Melanoides) y también formas gigantescas (Campanile, Cerithium).
La mayoría de los gasterópodos fósiles del Bages son marinos. El de la fotografía es uno de los pocos fósiles relativamente frecuentes en la zona donde afloran los estratos continentales de origen lacustre.
EQUINODERMOS
Los erizos de mar son los equinodermos fósiles más abundantes en nuestra comarca. Son invertebrados estrictamente marinos provistos de un exosqueleto formado por placas calcáreas soldadas, con unas protuberancias en las que se articulan las púas.
Se trata de unos de los fósiles más vistosos del Bages, porque suelen presentarse muy enteros y bien conservados. Presentan formas más o menos globosas o aplanadas, con simetría radial o bilateral.
[Oriol Oms, Florenci Vallès, Josep Biosca y Joaquim Sanz]