La aceitera común (Berberomeloe majalis), a primera vista, no parece ser un coleóptero porqué sus élitros cortos dejan al descubierto casi la totalidad de su largo abdomen, pero se trata realmente de un coleóptero de la familia Meloidae. Si los élitros son vestigiales, las alas faltan completamente. Su tórax es pequeño, en cambio el abdomen es desproporcionadamente largo y voluminoso. Las hembras (en las imágenes) alcanzan los 70 mm de longitud, los machos solo la mitad. La aceitera común luce una coloración aposemática, de advertencia, por la combinación del negro brillante en todo el cuerpo con franjas transversales rojo vivo o naranja al inicio de cada segmento abdominal. Si se la molesta o se siente amenazada expele a través de los poros una sustancia aceitosa maloliente y cáustica denominada cantaridina que causa ampollas en la piel, de donde deriva su nombre popular. Mejor no tocarla, ¡los colores habían avisado ya! El adulto es un gran devorador de plantas, por tanto la secreción cáustica es un arma exclusivamente defensiva que utilizará solo en situaciones extremas. En la imagen 2ª, una aceitera, ya saciada, realiza sus necesidades.
El ciclo vital de la aceitera es largo y complejo. Las hembras ponen miles de huevos en el suelo, de los cuales pocos llegarán a buen fin. Con la eclosión del huevo nace una larva de solo unos 3 mm, minúscula con relación al tamaño del adulto, y que tiene la difícil misión de buscar un nido de abeja solitaria. Las larvas de Meloe proscarabeus o las de Meloe mediterraneus se encaraman a una flor y, cuando en ella aterriza una abeja o una avispa, se enganchan a ella para que las transporte hasta su nido; en cambio, las larvas de Berberomeloe majalis se valen de sus propios medios. Si consigue dar con un nido de abeja, se come los huevos, recolecta el polen almacenado y después se aleja para seguir su desarrollo en un proceso conocido como hipermetamorfosis que transcurre por sucesivos estadios larvarios muy distintos antes de llegar a la fase de pupa y emerger de la crisálida como adulto.
Berberomeloe majalis se distribuye por la península Ibérica y el norte de África. Vive en prados, romerales y cultivos. En la comarca de Bages es localmente abundante; las imágenes han sido tomadas en los alrededores de la cueva del Toll (Moià). Al norte de los Pirineos, Meloe proscarabeus, de color únicamente negro y abdomen más corto y ancho, sustituye a Berberomeloe majalis como especie de Meloidae más común. Meloe mediterraneus es otra especie de aceitera completamente negra, con el abdomen aún más corto y grueso, y presente en las comarcas de Bages y Moianès.