Ajonjera, achicoria dulce

Chondrilla juncea

La ajonjera, ajonje, condrila o achicoria dulce (Chondrilla juncea) es una hierba bianual de la familia compuestas que alcanza un metro de altura, común en los secanos en barbecho.

Las hojas varían en tamaño y forma. Las hojas de la roseta basal son grandes y con lóbulos irregulares progresivamente más acusados hasta quedar profundamente divididas, runcinadas como las de diente de león (Taraxacum officinale). La roseta basal se mantiene solo en el primer año. En el segundo año, la ajonjera levanta un tallo híspido, corto y con pocas hojas caulinares menores que las de la roseta. De este tallo principal nacen ramas largas y finas, prácticamente afilas y que recuerdan a las de un junco, a lo que se refiere el adjetivo específico juncea.
A intervalos largos de los tallos junciformes se forman capítulos sésiles, estrechos y de 1 cm de longitud, solitarios o en grupitos de un máximo de 5. El involucro de los capítulos consta de 2 series de brácteas perfectamente ordenadas; una serie de brácteas largas y estrechas que cubren el capítulo de arriba abajo en empalizada más una serie adicional de brácteas pequeñas en la base dispuestas como un calículo. Los capítulos tienen 10-12 flores amarillas liguladas. El fruto es un aquenio largo y estrecho, con un pico tan largo como él, culminado con un plumero blanco. La ajonjera florece en la segunda mitad de verano. La floración de la ajonjera se alarga durante mucho tiempo porque dosifica la apertura de los capítulos.

Las hojas de la roseta de la ajonjera son comestibles en ensalada. También son comestibles los tallos aún blancos y semienterrados que pueden recogerse en primavera.

La ajonjera es una gran productora del látex blanco que segregan las plantas compuestas ligulifloras, conocido como ajonje. Este látex abunda principalmente en las raíces. Junto a als raíces de la ajonjera se encuentran nódulos de ajonje solidificado que pueden ser aprovechados como pegamento. Lo recuerda como anécdota de adolescencia el Dr. Pius Font i Quer con su habitual prosa amena en su conocido, formidable y completísimo libro Plantas Medicinales – El Dioscórides renovado (págs.867-868):
En la comarca de Manresa, durante mi adolescencia, sacábamos ajonje de sus partes subterráneas; arrancándolas con una azadilla, y, sobre todo, cuando la planta se da en tierra suelta, en aquellas partes se encuentran pequeños pegotes de la leche de la planta consolidada. Recogíamos estos grumos, los lavábamos en agua corriente y los golpeábamos todos juntos con una pequeña maza de madera. Cuando habían soltado toda la tierra y los granitos de arena que llevaban adheridos, la masa resultante la calentábamos con un poco de aceite a calor suave. Al empezar el siglo, en Manresa la mayor parte de la liga para enviscar las llamadas compasses, hechas de varetas de olmo o de olivillo blanco (Phillyrea angustifolia), procedía de la condrila o achicoria dulce.”

La ajonjera es una planta común en la comarca de Bages que salpica de amarillo los barbechos en agosto y setiembre y que había gozado de popularidad por sus usos, aunque actualmente es ignorada entre otras tantas plantas arvenses a las que nadie presta atención.

[fotos Florenci Vallès (1ª y 2ª) y Jordi Badia (3ª y 4ª)]