Cecidio o agalla producida por la generación ágama de Andricus solitarius sobre el roble pubescente. El órgano afectado es una yema que se transforma en una agalla fusiforme, solitaria, de cerca de 1 cm de longitud. En su inicio, la superficie del cecidio está cubierta por una pilosidad rojiza o marrón, aterciopelada, que irá perdiendo a medida que madure hasta quedar un aspecto completamente leñoso. Estos cecidios se desarrollan en verano en el quejigo y en el roble pubescente.
Los robles forman muchas agallas o cecidios con aspectos distintos, a veces espectaculares, con el denominador común de ser causados por cinípidos, una familia de pequeñas avispas. Los cinípidos alternan generaciones de hembras ágamas con generaciones sexuadas, a pesar de que no siempre se conocen las dos generaciones. La forma de las agallas es distinta entre las dos generaciones. Tampoco es raro que en el interior del cecidio se desarrollen otras especies de cinípidos como inquilinas o de himenópteros calcidoideos o icneumonoideos como parásitas, estableciéndose relaciones complejas entre ellas. Ver los diferentes cecidios causados en el roble por Andricus hispanicus, A.coriarius, A.foecundatrix, A.quercusramuli, A.viscosus, Biorrhiza pallida, Neuroterus numismalis, N.albipes por la generación ágama de N.quercusbaccarum y por la generación bisexual de N.quercusbaccarum.
[foto Xavier Adot]