Cañota

Sorghum halepense

La cañota (Sorghum halepense) es una hierba perenne y estolonífera de la familia gramíneas que en su madurez en la segunda mitad del año supera el metro de altura. Vive en colonias a los lados de los caminos con suelo húmedo, en cunetas de carreteras y en cultivos de regadío. Su porte es el de una caña a escala reducida, con una panícula terminal extendida de color granate. El tallo es hueco interiormente como el de la caña verdadera, a tramos rojizo y piloso en los nudos en donde nacen las hojas. Estas hojas tienen forma de cinta de hasta 50 cm de longitud por 4 cm de anchura, con un nervio central blanco y ancho y márgenes escabros, algo cortantes. Su panícula terminal es abierta; en las ramillas laterales se encuentran espiguillas opuestas con flores únicamente masculinas de las que cuelgan los estambres color burdeos en tiempo de floración en setiembre, mientras que en la parte alta del eje central las espiguillas se disponen en grupos de tres.

Igual como la caña, la cañota posee potentes rizomas que le aseguran su pervivencia durante el invierno y que facilitan la reproducción asexual.

La cañota dispone de metabolismo fotosintético C4. Si añadimos la resistencia de sus rizomas, se explica porqué la cañota es una competidora formidable.

La cañota ha sido cultivada, como su pariente el sorgo (Sorghum bicolor), como planta forrajera. Pero las hojas frescas de cañota contienen un glucósido con cianuro que intoxica especialmente a los bovinos; tras el almacenamiento, una vez secas estas hojas pierden progresivamente su toxicidad.

La cañota se comporta como mala hierba. Ha vencido los esfuerzos para erradicarla; actualmente es una planta cosmopolita contra la que luchan con poco éxito agricultores de todas las partes del mundo. En la comarca de Bages sus poblaciones mayores se encuentran en el llano.

[fotos Jordi Badia]