Cenizo negro, pie de ganso

Chenopodium murale

El cenizo negro o pie de ganso (Chenopodium murale) es una hierba anual de la familia quenopodiáceas que alcanza un máximo de 80 o 90 cm de altura, propia de ambientes ruderales con suelo muy nitrogenado como los pies de muros de huertos, los dormideros de ganado, los escombros o el entorno de estercoleros. A diferencia de la mayoría de los cenizos que tienen su ciclo vegetativo durante el otoño, el cenizo negro suele nacer en invierno y alcanzar el pico de crecimiento y la floración en los meses de febrero y marzo.

El cenizo negro tiene un tallo erecto, estriado con líneas rojizas, ramificado ya desde la base y muy hojoso. Su imagen es verde brillante, farináceo sólo alrededor de los glomérulos de flores. Las hojas tienen un pecíolo de hasta 20 mm y limbo de contorno entre triangular y romboidal de unos 3-7 cm, más largo que ancho, con la base cuneada, la punta aguda y los márgenes incisos por dientes agudos de bordes cóncavos o curvados, poco regulares y que mayoritariamente apuntan hacia adelante. Los nervios secundarios también se curvan hacia la punta de la hoja. El anverso de estas hojas tiene color verde brillante, mientras que el reverso es verde mate. En parte alta de los tallos se forman glomérulos de pequeñas flores de simetría radiada pentámera con 5 tépalos, 5 estambres y 2 estigmas, aunque puede haber también flores sólo femeninas, sin estambres. Los tépalos envuelven casi completamente el fruto, como si formaran un panecillo, y muestran una cresta en el dorso cerca del ápice. Éste es un carácter que tiene que observarse con lupa y que discrimina al cenizo negro de otras especies de cenizo. Dentro del fruto en cápsula se encuentran pequeñas semillas negras.

El cenizo negro es una planta con distribución muy extensa que acompaña a la humanidad en las tierras templadas.

El cenizo negro (Ch.murale) se parece bastante por el porte y por la forma de sus hojas al cenizo (Ch.album), pero este último tiene color verde grisáceo más apagado, sus tallos jóvenes son más farináceos y los lóbulos de sus hojas están menos definidos.

Las hojas del cenizo negro son comestibles aunque poco apreciadas, ya sean frescas en ensalada o hervidas tal como se comen las acelgas (Beta vulgaris) y las espinacas (Spinacia oleracea), ambas igualmente hierbas anuales de la familia quenopodiáceas. Las minúsculas semillas también son comestibles.

[fotos Jordi Badia]