Centaura áspera

Centaurea aspera

La centaura áspera (Centaurea aspera) es seguramente la especie más común en la comarca de Bages del extenso género Centaurea, de la familia Compuestas, que se caracteriza por sus capítulos parecidos a pequeñas alcachofas con brácteas a menudo espinosas. La centaura áspera es una planta perenne de hasta medio metro de altura, algo leñosa en la base, ramificada y muy hojosa. La morfología de las hojas es variable: pecioladas e irregularmente pinnadas en la base y en la parte media del tallo (foto 1ª), progresivamente se reducen hasta convertirse en sésiles y simples con solo algún diente en el margen cuando alcanzan el extremo, junto al capítulo. Los capítulos tiene un receptáculo oval estrechado arriba, de 1 a 2 cm de diámetro, protegido por brácteas, cada una de ellas terminada en 5 (a veces 3 o 7) pequeñas espinas palmadas de unos 4 mm de longitud, la central mayor que las laterales, apuntando hacia fuera y de color amarillo claro, que permiten identificar con certeza la especie. Las flores habitualmente son purpúreas o rosadas. La imagen 4ª ilustra un ejemplar inusual con flores albinas. La centaura áspera puede alargar la floración durante muchos meses, mientras no llegue el frío intenso.

La centaura áspera vive en lastonares y en todo tipo de lugares herbosos relativamente secos.

Igual como su pariente la alcachofa, la centaura áspera posee propiedad hipoglucémica. Los diabéticos utilizan con éxito las infusiones de centaura áspera troceada para reducir el nivel de glucosa en la sangre y en la orina, como si se tratara de insulina.

[fotos Jordi Badia]