Cetonia aurataeformis (= Cetonia carthami aurataeformis) es un escarabajo florícola muy vistoso perteneciente a la familia Cetoniidae y a la superfamilia Scarabaeoidea, normalmente de color verde metálico llamativo, pero a veces puede ser rojizo con tonos dorados. El cuerpo es ovalado, midiendo entre 13 y 16 mm de longitud. La superficie de los élitros presenta unas marcadas estrías y un fuerte punteado, y va acompañada de unas pequeñas líneas blancas como débiles pinceladas. Cabe destacar que los élitros se mantienen cerrados durante el vuelo y las alas membranosas se despliegan por los laterales del cuerpo.
Los adultos de C. aurataeformis son activos durante el día. Están presentes desde marzo hasta octubre y se alimentan principalmente de polen y pétalos de flores de compuestas, umbelíferas, rosáceas y cistáceas que encuentran en claros de bosque y márgenes de ríos. En cambio, las larvas son saproxílicas, se desarrollan en troncos de árboles muertos o en los huecos existentes en los troncos de árboles vivos. Tienen la particularidad de poder desplazarse de espaldas, lo que las distingue del resto de larvas de Scarabaeoidea.
Los huecos de los troncos de árboles ofrecen un microhábitat ideal para los insectos saproxílicos en los bosques mediterráneos, donde los dípteros y los coleópteros son los grupos más importantes. Las larvas de los cetoninos (Cetoniidae), como Cetonia, Tropinota, Netocia y otros, se alimentan de madera y hojarasca, y producen unas heces que sirven de alimento a las larvas de sírfidos (Syrphidae). En este sentido, la presencia de heces de larvas de C. aurataeformis en los huecos de los árboles facilita el crecimiento de las larvas de sírfidos, en especial de Myothropa florea.
C. aurataeformis es endémico de la península Ibérica y de Mallorca. Puede confundirse fácilmente con C. aurata, pero éste presenta un punteado más fino y disperso en buena parte del disco del pronoto y tiene una distribución eurosiberiana.
[foto Xavier Adot]