El doronico (Doronicum pardalianches [= D.cordatum]) es una gran hierba perenne de la familia compuestas, característica de los claros y linderos de los bosques húmedos, sombríos y frescos.
Las hojas muestran una gradación muy notable, tanto de forma como de tamaño, a medida que suben por el tallo. Las hojas basales son las mayores, con el limbo ovado de unos 10 cm de diámetro con borde irregular, cordado y con un pecíolo largo (imágenes 1ª y 2ª). A medida que suben por el tallo, las hojas se reducen y el pecíolo se acorta. En un nivel del tallo, los pecíolos de las hojas se transforman en alados y amplexicaules, de forma que el limbo de estas hojas medianas presenta dos partes, una distal ampliamente ovada y otra estrecha que abraza el tallo y, finalmente, las hojas más pequeñas y altas han perdido completamente el pecíolo, reducidas solo a un limbo estrecho que se inserta directamente en el tallo (imagen 3ª).
Los tallos alcanzan cerca de 1 metro. Tienen hojas principalmente en su mitad inferior y en los ápices llevan capítulos amarillos de 3-6 cm de diámetro con flores tubulosas en el centro y liguladas en el exterior (imagen 4ª). Por la vistosidad de sus capítulos, el doronico es una planta empleada en jardinería.
El doronico es una planta montana de ambientes húmedos, con vocación más atlántica que mediterránea. En la comarca de Bages mantiene solo algunas localidades testimoniales en su parte oriental, es a decir, en la subcomarca de Moianés y en los alrededores de Mura. En el PN de Sant Llorenç del Munt i l’Obac conocemos dos localidades de doronico, en Fontfreda y en la fuente de la Portella, esta última en el municipio de Rellinars, comarca de Vallés Occidental.
El nombre popular catalán corona de rei, aplicado a Doronicum pardalianches o a otras compuestas, resulta confuso ya que se utiliza más a menudo para referirse a la planta rupícola Saxifraga longifolia, con la que el doronico no tiene nada que ver.
[fotos Jordi Badia]