La lechuza (Tyto alba) es una rapaz nocturna, es decir un ave del orden estrigiformes, propia de zonas agrícolas y espacios abiertos. La escasez de árboles viejos que le proporcionen cavidades donde anidar le empuja a realizarlo en edificios en ruinas, graneros, campanarios, etc.
Tiene las partes inferiores del cuerpo blancas y las superiores de colores grises y ocres. Resulta inconfundible con su plumaje y sus ojos de color negro. A pesar de poder emitir sonidos variados, le caracteriza un susurro estridente y estremecedor. Su aspecto fantasmal, sus hábitos nocturnos y su proximidad al hombre le han hecho, injustamente, objeto de todo tipo de creencias negativas y absurdas. De noche o en el crepúsculo caza pequeños roedores -básicamente topillos y ratones-, por lo cual es beneficiosa para la agricultura. También caza musarañas.
En Cataluña la lechuza es la única representante de la familia de las titónidas, pues el resto de rapaces nocturnas catalanas pertenecen a la de las estrígidas. Esta desproporción también se observa a escala global, ya que se conocen 16 especies de titónidas y 189 de estrígidas.
[foto Oriol Oms (1ª) y Jordi Badia de un ejemplar en cautividad en el Zoo de los Pirineos (2ª)]