Mesosa curculionoides es una especie de escarabajo de la familia Cerambícidos, la de los escarabajos de cuerpo alargado y antenas larguísimas, conocidos en conjunto como capricornios.
Mesosa curculionoides posee un cuerpo de unos 15 mm de longitud sin contar las antenas por unos 6 mm de anchura máxima, en los hombros de los élitros. Destaca por la belleza de su coloración que combina el gris, el ocre y el negro. El color de fondo es gris claro sobre el cual hay 8 manchas redondeadas negras envueltas en ocre y dispuestas en el pronoto y en los élitros formando cuadrados, como un par de dados al 4, más un sutil punteado general ocre y gris oscuro. Los segmentos de las antenas y de las patas alternan tramos grises y ocres. Las caras interiores de estas antenas y patas poseen pelos grises dirigidos hacia fuera en ángulo de unos 45º.
Las larvas de Mesosa curculionoides, como las de otros muchos cerambícidos, habitan durante unos 2 años en troncos de árboles abriendo galerías para alimentarse del tejido vivo que se encuentra bajo la corteza. Entre los árboles cultivados, Mesosa curculionoides afecta al avellano y a los frutales del género Prunus. Ha sido comprobada la emergencia de Mesosa curculionoides también en otras especies de árboles espontáneos o utilizados en reforestación. Mesosa curculionoides tiene distribución amplia en Europa, aunque suele ser raro y sus citaciones ser escasas. A pesar de ello, Mesosa curculionoides puede significar una amenaza en los cultivos de frutales.
La especie Mesosa curculionoides fue descrita por Linné en una de sus incursiones en el campo de la zoología. El adjetivo específico curculionoides se refiere a su vaga semejanza con los gorgojos, los escarabajos de la familia Curculiónidos.
[fotos Montserrat Porta]