El peral de monte o de hojas de almendro (Pyrus spinosa [= P.amygadilformis]) es un árbol frutal pequeño, espontáneo en zarzales y márgenes de cultivos.
Sus hojas son caducas con limbo elíptico de unos 5 cm de longitud por 2 cm de ancho, con punta aguda y margen finamente dentado, y con pecíolo largo. Recién salidas, las hojas son tomentosas y blandas, pero a medida que avanza la temporada pierden el tomento y se endurecen terminando glabras y rígidas. Florece en abril. Las flores se agrupan en ramilletes, sustentadas por pedúnculos cortos. Estas flores poseen la morfología característica de las flores de los frutales de la familia rosáceas -manzano, peral, cerezo, almendro…- con un matiz verde en los pétalos blancos. Su fruto, denominado en catalán perelló, es una manzanita de unos 2 cm de diámetro, con la piel de color amarillo anaranjado, comestible aunque con sabor ácido que deja aspereza en la boca. Las ramas del peral de monte son espinosas, como cabe esperar de un árbol de los zarzales y márgenes.
El peral de monte se distribuye por la orilla norte del Mediterráneo, llegando hasta Cataluña. No se adentra más en la península Ibérica. Hemos observado al peral de monte en las localidades de Moià, Castellterçol y Castellcir, en la comarca de Moianès, pero no en la comarca de Bages según sus límites tras el establecimiento de la comarca de Moianès en el 2015.
No hay que confundir el peral de monte (Pyrus spinosa) con el endrino (Prunus spinosa) por la proximidad de los respectivos nombres científicos. Ambos son plantas leñosas espinosas, viven en zarzales y comparten la pertenencia a la familia rosáceas, pero mientras que el fruto del peral de monte es una manzanita de color amarillo anaranjado y con los restos del cáliz en la parte opuesta al pedúnculo, el fruto del endrino es la endrina o arañón –aranyó en catalán-, como una ciruela pequeña de color violeta.
[fotos Jordi Badia (1ª y 2ª) y Marta Queralt López Salvans (3ª)]