Ranita de San Antón meridional

Hyla meridionalis

La ranita de San Antón o ranita de San Antón meridional (Hyla meridionalis) es pequeña y esbelta, de un máximo de 55 mm de longitud, con la piel fina i brillante, normalmente con el dorso y los costados de color verde claro, aunque puede variar a tonos más amarillos o castaños, y el vientre y la cara interna de las patas de tonos marrón claro o gris. Excepcionalmente aparecen ejemplares azules, un hecho que debe ser causado por una mutación que les impide sintetizar el pigmento amarillo que sumado al azul daría el verde habitual. Las patas anteriores son largas, adaptadas al salto. Sorprenden sus dedos largos y terminados en forma de bola. El iris del ojo es dorado y la pupila horizontal. La imagen 4ª muestra al renacuajo.

La ranita de San Antón meridional suele vivir entre la vegetación herbácea cercana a charcas y arroyos. Su coloración críptica la camufla en este ambiente. Es una especie termófila, aunque si el calor aprieta demasiado se mete en el agua. Se alimenta de insectos.

Los machos de ranita de San Antón meridional poseen una voz grave y potente que se oye por las noches durante el período de reproducción de primavera y principios de verano, a menudo a coro entre distintos machos que se juntan en la orilla de una charca.

Morfológicamenta, la ranita de San Antón meridional se parece mucho a la ranita de San Antón septentrional (Hyla arborea [= H.molleri]), hasta el punto que durante muchos años habían sido consideradas como una única especie. No se ha observado el cruzamiento entre ellas, por lo que realmente son especies separadas. La ranita de San Antón meridional se distingue de la septentrional por su línea lateral oscura que cruza sobre el ojo y que alcanza solo hasta la pata anterior, mientras que en la septentrional es más ancha y alcanza hasta la pata posterior. La ranita de San Antón septentrional se había citado en Cataluña durante el siglo XX. Sin duda algunas de estas citas deben ser erróneas y corresponder a Hyla meriodionalis, aunque no todas. Actualmente Hyla arborea se considera como probablemente extinguida en el territorio catalán.

[fotos Oriol Oms (1ª), Ferran Fitó (2ª), Jordi Morató (3ª) y Xavier Adot / Ausiàs Gual (4ª)]