El rebozuelo pálido (Cantharellus pallens [= C.subpruinosus]) es una seta que pasaría por ser el más conocido rebozuelo común (Cantharellus cibarius) si no tuviera el sombrero del color del limón, mientras que el del rebozuelo común es más del de la naranja. Dos sutiles diferencias morfológicas más son el pié del rebozuelo pálido a menudo puntiagudo en la base y el hecho que en su parte alta, bajo los pliegues que simulan láminas, vira a naranja al contacto.
El rebozuelo pálido aparece en encinares, robledales y alcornocales, a pesar de que no existen alcornocales en la comarca de Bages. En la comarca de Bages, el rebozuelo pálido es característico de los encinares del P.N. de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. En cambio, el rebozuelo común es más habitual en pinares montanos de pino albar, aunque también se encuentra en robledales u otros bosques planifolios.
El rebozuelo pálido es una seta comestible excelente, algo menos perfumada y menos sabrosa que el rebozuelo común.
Complicando aún más la situación, existe Cantharellus ferruginascens, un tercer rebozuelo en discordia, más delgado, de tono pálido incluyendo a menudo un matiz rosado y con manchas de color de óxido aquí y allá, principalmente en la base del pie. C.ferruginascens es igualmente un buen comestible y vive en encinares.
Tal como el nombre popular de nízcalo se aplica indiscriminadamente a Lactarius sanguifluus y a L.deliciosus, rebozuelo se aplica a las 3 especies comentadas: el rebozuelo común (Cantharellus cibarius), el rebozuelo pálido (C.pallens) y el rebozuelo de encinar (Cantharellus ferruginascens).
[foto Jordi Badia]