Sabina

Juniperus phoenicea ssp.phoenicea

La sabina (Juniperus phoenicea ssp.phoenicea) es un arbolillo de la familia cupresáceas, pariente del enebro (J.communis) y del enebro albar (J.oxycedrus). Su porte suele ser más redondeado y compacto que el de los enebros.

Posee dos tipos de hojas (foto 2ª), unas aciculares de 10-12mm de longitud parecidas a las de los enebros aunque totalmente verdes por el envés que se encuentran solo en los plantones y al principio de las ramas bajas, y una gran mayoría de hojas en escama romboidal, aplicadas a la rama y con puntas romas, parecidas a las del ciprés. Estas hojas escuamiformes se disponen en verticilos de 3 en las ramas viejas, un carácter diferencial respecto a la sabina turífera (J.thurifera), inexistente en la comarca de Bages, en la que tienden a disponerse opuestas de 2 en 2.

La sabina es monoica, con conos masculinos y femeninos en un mismo pie. Los conos masculinos (foto 1ª) surgen numerosos a finales de invierno en el extremo de las ramillas; son pequeños y simples, constituidos por escamas con anteras en su cara interior. Los conos femeninos aparecen en número menor en el centro de las ramillas; tiene aspecto de minúsculas piñas esféricas compuestas por pocas escamas. Los conos femeninos maduros son gálbulos esféricos de 1 cm de diámetro, con pequeñas protuberancias en su superficie, cerrados y de consistencia dura. Los gálbulos pasan del color verde al rojizo (fotos 3ª y 4ª).

La sabina crece en lugares secos y rocosos, a menudo enraizando en las grandes grietas de la roca. De la firmeza del enraizamiento de la sabina en las grietas de la roca son testigos veraces los escaladores de las paredes de Montserrat que la utilizan para fijar las cuerdas.

[fotos Jordi Badia]