Sapo común

Bufo spinosus (= B.bufo)

El sapo común (Bufo spinosus [= B.bufo]) es el mayor entre los sapos del Bages. Los machos alcanzan los 11 cm, aunque las hembras mayores superan los 15 cm. Posee el cuerpo rollizo con las patas traseras relativamente cortas y la piel verrugosa de color caqui, variable. Los iris de los ojos tienen el color del cobre y su pupila es horizontal. Detrás de los ojos se encuentran las glándulas parótidas hinchadas.

El sapo común adulto se alimenta de insectos y de lombrices. Su vida es principalmente terrestre, aunque su actividad nocturna para evitar la insolación; de día permanece enterrado o escondido bajo una piedra en un rincón húmedo. Puede desplazarse a saltos en caso de peligro, pero lo más habitual es que ande. En primavera, los individuos que han pasado en invierno solitarios en estado de hibernación se agrupan para la reproducción. Tras la cópula, la hembra se acerca a una charca o una poza para poner los huevos. Una sola hembra pone miles de huevos unidos por pares en un largo cordón gelatinoso. Aunque fácilmente toda la puesta puede perderse si la charca se seca antes de que los renacuajos hayan pasado a fase adulta o si se presenta el cangrejo americano.

El sapo común prefiere las tierras frescas y húmedas de los huertos con charcas cercanas. No es tan común como su nombre popular podría inducir a creer. El sapo común es uno de los anfibios que, desgraciadamente, a menudo muere atropellado en los caminos y carreteras durante sus desplazamientos para buscar pareja o hacia el punto de agua.

En la foto 3ª, vemos el abrazo. El macho -de menor tamaño y encaramado sobre la hembra- se agarra a su pareja para rociar con su esperma el cordón de huevos que la hembra pondrá. A pesar de la apariencia del abrazo, la fecundación es externa en el agua.

En la foto 4ª, los renacuajos en un tramo de arroyo de agua tranquila.

[fotos Jordi Badia (1ª y 4ª), Florenci Vallès (2ª) y Ramon Solà (3ª)]