Torvisco

Daphne gnidium

El torvisco (Daphne gnidium) es un arbusto de la familia timeleáceas, igual como la lauréola o torvisco macho (Daphne laureola) y la bufalaga (Thymelaea tinctoria), que vive en maquias y encinares claros. Posee ramas estrechas que alcanzan algo más de un metro de altura, poco ramificadas y con pocas hojas en la parte baja donde muestran las cicatrices aparentes de los puntos de inserción de las hojas caídas. Las hojas, concentradas en las partes altas de las ramas, tienen color verde claro, son sésiles y estrechamente lanceoladas u obovadas, de unos 3-5 cm de longitud por 3-5 mm de ancho, terminadas en punta agua y con el nervio medial marcado. A finales de verano aparecen las flores en el extremo de los tallos. Las flores tienen una sola envoltura floral en forma de campana estrecha, de color amarillo-verdoso en la base y que termina por abrirse en 4 lóbulos blancos, agudos y de consistencia petaloide, a pesar de que se considera un cáliz. De la flor surgirá el fruto, una baya verde al principio, de un rojo anaranjado después, esférica de unos 5 mm de diámetro, con un hueso en su interior. El torvisco sigue abriendo nuevas flores, cuando los primeros frutos ya están maduros. Los frutos se mantendrán en las ramas durante todo el otoño.

El torvisco es una planta tóxica, que el ganado respeta. Provoca irritación en contacto prolongado con la piel. La resina de la corteza del torvisco había sido utilizada como purgante extremadamente potente, con riesgo evidente de sobredosis.

El torvisco es una planta mediterránea de ambientes cálidos. Está bien distribuido en la comarca de Bages, aunque nunca suele ser abundante. El torvisco sacará rápidamente nuevos retoños tras un incendio forestal.

[fotos Jordi Badia]