El yesquero de las cercas (Gloeophyllum sepiarium) crece en la madera muerta de pinos, en troncos cortados o caídos en el bosque así como en maderas de pino utilizadas en cercas u otras construcciones en contacto con el suelo.
Su forma es semicircular o de concha de hasta 6 o 8 cm de diámetro y con solo 1 cm de grosor. Es frecuente encontrar juntos diversos cuerpos fructíferos, alineados o solapados, siempre perfectamente orientados con su cara superior mirando hacia arriba y la inferior hacia abajo, sea cual sea la posición del tronco donde crecen. La cara superior es inicialmente amarilla, pero a medida que envejece se oscurece a un tono violáceo. Por debajo aparenta tener láminas; en realidad se trata de poros alargados que dan la imagen de falsas láminas bifurcadas o de laberinto, como muestran los ejemplares a los que se les ha dado la vuelta en las imágenes 2ª y 3ª. Las paredes de los poros alargados no tienen consistencia distinta de la del resto del sombrero, como sería el caso de las láminas auténticas de las setas del orden agaricales.
A pesar de que el cuerpo del yesquero de las cercas es algo suberoso, no es tan duro, seco y grueso como el del yesquero rebordeado (Fomitopsis pinicola) que crece en los troncos muertos de pinos aun en pie.
[fotos Jordi Badia]