La rana (Pelophylax perezi [= Rana perezi]), denominada también rana común o rana verde para diferenciarla de la rana roja (Rana temporaria) que vive en la montaña, es el anfibio anuro más característico de las charcas y pozas soleadas a baja altitud en toda Cataluña, incluyendo las comarcas de Bages y de Moianès.
La rana verde mide un máximo de 11 cm. El color en el dorso y en los costados es variable entre verde y marrón -¡no siempre es verde!- con manchas oscuras repartidas sin un patrón constante y a menudo con tres líneas longitudinales claras u oscuras que recorren el espinazo y los laterales desde el ojo hasta las patas traseras, mientras que el color de la cara ventral es marfil claro. La piel es casi lisa, menos que la de la ranita de San Antón, solo con pequeñas verrugas menos pronunciadas que las de los sapos. Su cabeza es triangular con ojos cercanos entre sí, sobresalientes y con pupila horizontal y, detrás suyo, un tímpano circular visible casi del mismo diámetro que el ojo. Las patas traseras son largas, potentes y muy capacitadas para el salto. Los machos poseen sacos vocales a cada lado de la comisura de la boca que sirven para amplificar el canto -croac, croac…- que emiten las noches de primavera y de principios de verano desde la charca para atraer las hembras.
La rana es eminentemente acuática; prefiere aguas tranquilas, soleadas y con vegetación acuática donde pueda camuflarse. No suele alejarse de la charca y, si se acerca algún peligro, enseguida saltará dentro de la charca -¡chof!- donde se siente protegida. La rana de alimenta de insectos, tanto fuera como dentro del agua. Los adultos hibernan en el fango del fondo de la charca. La primavera es la época de celo, cuando se oyen sus cantos. La cópula se realiza cerca del agua. La hembra pone diversas masas gelatinosas de centenares de huevos minúsculos, de 1 mm de diámetro, la mayoría de los cuales no llegará a buen puerto. Des estos huevos nacen los renacuajos que necesitan 3 meses para alcanzar el tamaño de 5-6 cm, antes de la metamorfosis que les hace perder la cola, desarrollar patas y transformarse en adultos. Pelophylax perezi, la rana típica en la comarca de Bages, se distribuye por las penínsulas Ibérica e Itálica, por la costa provenzal y por el norte de África. En Centroeuropa vive una especie muy cercana, Pelophylax ridibundus (= Rana ridibunda), que alcanza 15 cm y cuyos sacos vocales de los machos son algo distintos. Hasta hace unos pocos años P.perezi y P.ridibunda se consideraban la misma especie, recientemente se han separado por los resultados de estudios genéticos e inmunológicos. En la práctica, ambas especies no pueden distinguirse morfológicamente. No existe una frontera clara entre ambas especies -o si se prefiere subespecies-; la realidad es una población continua de ranas entre aquellas que se ha convenido en denominar P.perezi y las denominadas P.ridibundus. Complicando aún más la situación, ejemplares de P.ridibundus pueden haber sido introducidos en Cataluña y en la península Ibérica en general, dando lugar también al híbrido entre P.ridibundus y P.perezi conocido como Pelophylax kl. grafi o rana de Graf. La distribución de la rana de Graf, mayor que P.perezi, debe ser principalmente en el sur de Francia donde confluyen nuestra rana verde, P.perezi, con la europea, P.ridibundus.
[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª, 4ª y 5ª), Enric Sala (3ª), Montserrat Porta (6ª) y Montserrat Porta y Jordi Badia (7ª y 8ª)]
- Enlace al informe Seguiment del tòtil i d’altres amfibis a Manresa – 2019, de Ferran Fitó.
- Ver el artículo Els amfibis se la juguen, en catalán, de Florenci Vallès.
- Ver el artículo Els amfibis en declivi, en catalán, de Jordi Badia.