La fuente del Pitoi o de San Antonio, situada cerca del arroyo de Soldevila en su vertiente umbría, en Sallent, se salinizó intensamente a partir de los años 1980s por los residuos salinos mineros vertidos en la escombrera de Cogulló.
La construcción en los años 2016 y 2017 de pozos y zanjas drenantes hundidas en el lado norte de la base de la escombrera de Cogulló para la captación de salmuera que circula por el subsuelo a través de los estratos de roca caliza consiguió disminuir el caudal de salmuera que llega a la fuente del Pitoi. Pero el entorno de la fuente está ya devastado con áreas desnudas de vegetación, troncos muertos que se mantienen de pie porque la sal impide su descomposición, y con la propia roca caliza rota en bloques por acción de la salmuera circulando por las grietas. Con la canalización de la fuente perdida, por múltiples puntos sigue brotando un agua que no es agua, sino salmuera a una concentración de 110.000 miligramos de cloruro por litro (análisis del 24.07.2024).
La pared de la fuente del Pitoi muestra 3 capas de roca: la caliza lacustre original y estratificada, un recubrimiento de travertino depositado por la surgencia de agua cargada de carbonato de calcio antes de la existencia de la escombrera salina del Cogulló, y en las zonas más húmedas del travertino un segundo recubrimiento de sal formado a partir de la salinización de la fuente.
En las partes más resguardadas de la pared de la fuente del Pitoi en la que poco a poco, gota a gota, brota la salmuera, se forman estalactitas finas de blanca sal. El proceso es paralelo al de la formación de las estalactitas de carbonato de calcio en las cuevas y abrigos naturales húmedos, aunque a un ritmo mucho más rápido y con cloruro sódico o sal común como materia prima en vez de carbonato de calcio.
Estalactitas y otros espeleotemas de sal están presentes también, en mayor extensión y en lugares mejor resguardados, en la galería visitable de la mina de sal de Cardona y en la cueva Forat Micó de la Montaña de Sal de Cardona. Las estalactitas de halita o sal común son estrechas, más o menos rectilíneas según la quietud del lugar, y siempre muy frágiles, de mírame y no me toques; tal como se forman en muy poco tiempo, también muy fácilmente se romperán o diluirán si las condiciones cambian.
[fotos Jordi Badia]