Pino piñonero (Los pinos retorcidos de Era dels Enrics)

Els Pins Cargolats o Pinos Retorcidos de la Era dels Enrics son unos pinos con troncos en formas curiosas que se encuentran dispersos en un espacio boscoso reducido en la loma de Era dels Enrics y en su vertiente norte, hacia Sot de Serrallonga, en el corazón de la sierra de Obac, en el PN de Sant Llorenç del Munt i L’Obac, en el municipio de Mura. Se cuentan 7 pinos retorcidos, aunque presentamos aquí solo los 3 más característicos siguiendo el orden tal como se encuentran bajando desde la loma hacia el Sot.

El Pi Cargolat o Pino Retorcido primero, al que podemos llamar Pi Arrossegat o Pino Reptante, es un pino piñonero (Pinus pinea) cuyo tronco emerge casi horizontal, vuelve al suelo y sigue inclinado. Se trata de un gran pino, pero con tronco reptante hasta que encuentra un espacio para la copa.

El Pi Cargolat o Pino Retorcido segundo, al que podemos llamar Pino Anaconda, es también un ejemplar de pino piñonero (Pinus pinea) con un tronco inclinado que a media altura describe un gran círculo horizontal. Lamentablemente, este extraño pino murió recientemente. Por su tronco deambula un ejército de agresivas hormigas rojas (Crematogaster scutellaris) que pican a la más mínima oportunidad.

El Pi Cargolat o Pino Retorcido tercero, al que podemos llamar Pino Cola de Cerdo, es un pino negral (Pinus nigra ssp.salzmanii) que tras salir del suelo forma un círculo vertical para volver al suelo y levantar-se en su segundo intento. Probablemente sea éste el más espectacular de los Pinos Retorcidos de la Era dels Enrics.

Aún en el grupo de los Pinos Retorcidos pueden considerarse el Pino Arrodillado, el Pino Cuello Alto, el Pino del 4 y quizás algún otro más, como un pino que murió hace años y cuyo tronco aún se adivina rastrero y retorcido. Resulta sorprendente encontrar tantos Pinos Retorcidos en un espacio tan reducido. Seguramente es el legado de un anónimo leñador que se entretuvo en seleccionar y dar forma a los pinos cuando eran plantones, tal como realizan los aficionados a los bonsáis, aunque a tamaño real.

No muy lejos puede visitarse también El Pino de los Tres Troncos del cerro de Malpás.

[fotos Jordi Badia]