Lactarius mediterraneensis es una seta con el aspecto característico de nízcalo aunque más pálido, con el sombrero color crema claro de fondo y con círculos concéntricos anaranjados. Las láminas son también de color crema. Secretan un látex blanco que permite diferenciarlo claramente del nízcalo de sangre vinosa (L.sanguifluus), del típico nízcalo (L.deliciosus) de látex naranja y del lactario de leche dorada (L.chrysorrheus). El pie es proporcionalmente corto y con fosetas, como si hubiese sufrido la viruela. La carne, tal como muestra la imagen en el pedazo mordido, es blanca.
Lactarius mediterraneensis crece entre encinas, en suelos calcáreos. En la comarca de Bages, lo hemos encontrado en los encinares de Montserrat. Su gusto picante lo convierte en incomestible.
[fotos Jordi Badia]