Yesquero erizado

Inonotus hispidus

El yesquero erizado (Inonotus hispidus) crece sobre árboles planifolios, en particular en las sóforas (Sophora japonica) -como el ejemplar de las fotos 1ª y 2ª-, en los plátanos –como los ejemplares de la imagen 3ª- y en las moreras -como el ejemplar de las fotos 4ª y 5ª-, y también en frutales, robinias, arces, fresnos, hayas, robles e incluso en encinas, habitualmente a diversos niveles de la parta alta del tronco.

Tiene forma de ménsula semicircular de 10-30 cm de diámetro, adherida con firmeza al tronco del árbol por una zona de 5-15 cm de anchura. Por encima su color es rojizo con un pilosidad que le proporciona tacto suave, aunque al envejecer pierde progresivamente el terciopelo y se oscurece hasta un castaño intenso, casi negro. Por debajo posee una capa de poros finísimos, inicialmente de color marfil que con el tiempo se escurece también al amarillo o naranja. Solo cuando es joven, la capa de poros exuda gotitas de un líquido de color carne. También únicamente cuando es joven se aprecia una franja estrecha de color amarillo en la arista entre la capa superior de color ferruginoso y la inferior marfil.

El yesquero erizado pertenece a la familia himenoquetáceas, no a la familia poliporáceas como otros yesqueros con porte similar. Por este motivo, no es tan duro como otros yesqueros, ni tampoco lo suficientemente blando cuando es joven como para intentar consumirlo.

El yesquero erizado se mantiene durante años sobre el tronco del árbol afectado, mientras interiormente avanza en la degradación de la madera.

El yesquero erizado pone una nota de naturaleza decadente en los paseos, parques y vegas con sóforas y plátanos viejos.

[fotos Jordi Badia]