Malva crética

Malva multiflora

La malva crética (Malva multiflora [= Lavatera cretica]) es una planta muy parecida a la malva común (M.sylvestris) y que crece en los mismos lugares ruderales con suelo nitrogenado, por lo que fácilmente se toman por la misma especie.

La malva crética es una hierba perenne con un tallo grueso de hasta 4 cm de diámetro que, si se deja crecer, supera sobradamente el metro de altura. Posee hojas con pecíolo muy largo y limbo redondeado, las mayores de 15-20 cm de diámetro, con nerviación palmada y margen crenado con 5-7 lóbulos poco profundos. Las flores tienen un doble cáliz; primero un calículo constituido por 3 piezas verdes, ovadas y parcialmente soldadas por la base, y el cáliz verdadero formado por 5 sépalos anchos, agudos en la punta e irregularmente dentados. Seguidamente se encuentran 5 pétalos de unos 20 mm de longitud, espatulados, ligeramente soldados entre ellos por la base, escotados en el extremo opuesto y de tono rosado con venas resaltadas de color malva intenso. En el centro de la flor se encuentra el ovario y por encima la columna con numerosos estambres. En la madurez, el ovario se habrá transformado en un fruto con forma ovoide achatada, como una pequeña calabaza o un panecillo, constituido normalmente por 8 mericarpios de superficie lisa,dispuestos como los gajos de una naranja (foto 4ª). Este fruto es comestible.

La malva común (M.sylvestris) se diferencia por su porte menor, el contorno de las hojas con entrantes a menudo más profundos, los segmentos del calículo más estrechos, los pétalos más largos y por el fruto constituido normalmente por 10 mericarpios de superficie rugosa. Este último carácter distintivo es el más claro, aunque hay que abrir el cáliz concrescente para observar el fruto que esconde.

En Cataluña, la malva crética se distribuye por las comarcas litorales y prelitorales. Es una planta común también en la comarca de Bages, por lo menos en su mitad sur hasta el Pla de Bages, a pesar de no aparecer en la Flora de Bages publicada por Pius Font i Quer en el año 1914. Debe interpretarse que la malva crética no estaba en la comarca de Bages a principios del siglo XX, pero que, gracias a la progresiva urbanización y especialmente al calentamiento global en los últimos decenios, la malva crética ha expandido su distribución hacia el interior donde, a pesar de su floración vistosa en ambientes humanizados y de paso, en general no ha sido apercibida al confundirse con la malva común.

[fotos Jordi Badia]