Áreas urbanas

La urbanización en las comarcas de Bages y Moianès

Las áreas urbanas, el conjunto de pueblos, villas y ciudades, casas de campo y urbanizaciones en zonas boscosas, polígonos industriales y comerciales, ocupan una porción extensa de territorio, 6715 Ha en la comarca de Bages que significan el 6,15% del total de la superficie comarcal y 1376 Ha en la de Moianès que equivalen al 4,07% de su superficie, según datos del departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat del año 2020. La comarca de Bages se acerca a la media de 6,83% del territorio urbanizado en Cataluña, mientras que la de Moianès queda por debajo.

La urbanización se reparte de manera muy desigual, se concentra en los valles de los dos ríos principales, el Llobregat y el Cardener, y en la capital del Bages, Manresa, más su corona norte por el Pla de Bages sumando las poblaciones vecinas de Sant Joan de Vilatorrada, Santpedor, Navarcles y Sant Fruitós de Bages.

La urbanización de los terrenos más fértiles de los valles fluviales viene de lejos y se incrementó a partir de la segunda mitad del siglo XIX con el emplazamiento de las colonias industriales en la orilla de los ríos para aprovechar los saltos de agua.

Manresa y las poblaciones a su alrededor confirmar el mayor núcleo urbano de las comarcas de Bages y Moianès, casi un área metropolitana a la que, con éxito notable hasta la fecha, la Anella Verda de Manresa limita y preserva sus espacios naturales y agrícolas de mayor entidad. En la visión popular del paisaje como un belén, pueblos y ciudades ocupan parcelas definidas en una matriz agroforestal. La situación se ha invertido en áreas extensas de las comarcas vecinas por el sur del Bajo Llobregat y el Vallés Occidental, en las que los espacios agrícolas y forestales han quedado reducidos a islas dentro de una matriz de poblaciones, áreas industriales y vías de comunicación; el Pla de Bages no ha alcanzado esto extremo, aunque no está tan lejos. A menudo ha habido que recurrir a esfuerzos y a la movilización popular para frenar proyectos contrapuestos a los valores naturales y paisajísticos del Pla de Bages.

Mas Planoi, el mayor núcleo de población en Castellgalí

El modelo de urbanización de casas unifamiliares se extiende fuera de los núcleos densos de población en la falda de Montserrat -ca l’Esteve, el Casot, Mas Enric, Pla de les Botges…- y en otros lugares azarosos –El Serrat, Les Pinedes y La Figuerola en el municipio de Castellnou de Bages, El Mirador de Montserrat en el de Santpedor, Canet de Fals en el de Fonollosa, River Park en el del Pont de Vilomara i Rocafort, Pineda de Bages en el de Sant Fruitós de Bages…-, mientras que otras urbanizaciones de este tipo, por su propio crecimiento y sin propósito previo, se han convertido en ensanches espaciosos y periféricos de las poblaciones de siempre –Les Brucardes en Sant Fruitós de Bages, El Marquet en el Pont de Vilomara, Mas Planoi en Castellgalí, Vista Pirineu i La Guàrdia en Calders, La Balconada en Sant Vicenç de Castellet, El Calvet en Sant Salvador de Guardiola o Montví de Baix en Moià. El fenómeno de las urbanizaciones de segunda residencia tuvo su gran expansión en la comarca de Bages en las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado; desde entonces los perímetros y las superficies se han mantenido, mientras ha progresado la edificación.

Especies de entornos humanizados

Numerosas especies de plantas y animales acompañan a hombres y mujeres allá donde se instalan; unas deseadas como cultivadas o domesticadas, otras oportunistas y aún otras explícitamente indeseadas y de las que no conseguimos deshacernos. Estas especies suelen poseer distribución muy amplia o cosmopolita, gracias a su relación con el hombre que en todas partes se mete y todo acapara.

Las plantas ruderales

Doradilla (Ceterach officinarum)

Se conocen como plantas ruderales aquellas que encuentran su hábitat óptimo en los terrenos removidos y pisoteados, características de los márgenes de caminos y de solares sin edificar. El suelo de estos terrenos a menudo contiene un exceso de nitrógeno. En condiciones más naturales, las plantas ruderales se encontrarían en los lugares más frecuentados por los grandes herbívoros y en aquellos que albergan colonias de animales. La relación de plan tas ruderales es extensa y creciente en las comarcas de Bages y Moianès; además, las plantas ruderales son especialmente visibles por encontrarse en lugares de paso. A pesar de esta presencia, estas plantas suelen ser escasamente populares y reconocidas porqué la llegada de muchas de ellas es reciente. Entre las plantes ruderales más destacables se encuentran la ortiga (Urtica dioica) y la ortiga menor (Urtica urens), numerosas especies de la familia quenopodiáceas conocidas en conjunto como bledos o cenizos, entre ellos el cenizo (Chenopodium album), el cenizo hediondo (Ch.vulvaria) y el mirabel (Bassia scoparia) y de las amarantáceas que las nuevas clasificaciones incluyen en la de las (Amaranthus retroflexus, A.muricatus, A.deflexus, A.hybridus), gramíneas como Poa annua, P.bulbosa, Piptatherum miliaceum, Bromus hordeaceus y la cebada bastarda (Hordeum murinum), el matacandil (Sisymbrium irio) de la familia crucíferas, la malva común (Malva sylvestris) y plantas que por su tamaño pequeño y crecimiento prostrado enraízan en las grietas de os pavimentos soportando el pisoteo frecuente, entre ellas la estrellamar (Plantago coronopus), el mastuerzo de Indias (Coronopus didymus), una lechetrezna pequeña conocida como Euphorbia chamaesyce, la herniaria (Herniaria glabra) o la corregüela de los caminos (Polygonum aviculare).

Palomilla de muro (Cymbalaria muralis)

La parietaria (Parietaria officinalis), la cerraja menuda (Sonchus tenerrimus) y la higuera (Ficus carica) suman características de las plantas ruderales con aquellas especializadas en crecer en los muros; se encuentran por tanto a menudo al pie de las paredes.

Las paredes, principalmente si soportan un terraplén o son sombrías, se llenan de plantas pequeñas, particularmente de musgos en almohadilla (Grimmia pulvinata, Bryum argenteum…), helechos pequeños como la doradilla (Ceterach officinarum) y el culantrillo blanco (Asplenium ruta-muraria) y también de plantas con semilla, entre ellas la delicada palomilla de muro (Cymbalaria muralis) que tras fructificar dobla y retuerce el pedúnculo para depositar las semillas en la grieta en la que enraíza.

En áreas periurbanas es frecuente la entrada de plantas escapadas de jardines y en vías de naturalización o ya plenamente integradas en la flora local. El aligustre de China (Ligustrum lucidum) y la madreselva (Lonicera japonica) son ejemplos de una lista larga y creciente de plantas naturalizadas en las comarcas de Bages y Moianès, muchas de ellas plantas ruderales que se han extendido en las últimas décadas como las ya mencionadas Amaranthus muricatus y Coronopus didymus. La dominancia de estas plantas ruderales, muchas de ellas alóctonas, banaliza y uniformiza la flora reduciéndola a aquellas plantas que se aprovechan de las perturbaciones artificiales.

Los animales de las áreas urbanas

Urraca (Pica pica)

Además de los animales domésticos directamente alimentados por el hombre, en las áreas urbanas existe un conjunto de animales que viven como comensales de los alimentos que los humanos desperdiciamos, el caso paradigmático es el de la rata (Rattus norvegicus), y otros que, más que comida, buscan refugio, como el murciélago común (Pipistrellus pipistrellus).

Las aves, en general, son hábiles en la búsqueda y explotación de recursos tróficos esporádicos; por tanto, no es de extrañar que algunas especies se hayan adaptado a vivir en áreas urbanas más o menos densas. Entre las aves que animan el cielo de las villas i ciudades en la comarca de Bages hay palomas domésticas, palomas torcaces, tórtolas, urracas, gorriones, estorninos, vencejos, aviones comunes y cotorras como especies más comunes, y muchas más de paso o esporádicas, especialmente en los parques arbolados.

Salamanquesa (Tarentola mauritanica)

Además de la rata y del murciélago comunes, otros mamíferos pueden observarse en los parques y descampados son los ratones, los topillos y las musarañas que los gatos domésticos suelen atrapar. Entre los reptiles, la especie mejor adaptada a la vida urbana debe ser la simpática salamanquesa (Tarentola mauritanica) que caza insectos. La relación de insectos en las áreas urbanizadas está encabezada, también en la comarca de Bages, por la ubicua mosca (Musca domestica), seguida por, atendiendo a las molestias causadas, por diversas especies de mosquitos (Culex sp., Anopheles sp., Culiseta sp., Aedes sp. …) y por las cucarachas (Blatta orientalis). Numerosas especies de polillas son atraídas erróneamente por la luz de las áreas urbanas.

Los hogares calientes en invierno son acogedores para nosotros los humanos y también para otras especies. Arañas como Steatoda grossa y Lepthyphantes sp., el escorpión negro e insectos como el pececillo de plata (Ctenolepisma ciliata) o la mosca de los baños (Clogmia albipunctata), intentarán colarse en casa.

Las áreas urbanas y periurbanas son susceptibles a la entrada de especies exóticas porqué la alteración del ecosistema deja vía libre a nuevos inquilinos y porqué los transportes humanos facilitan, de manera voluntaria, involuntaria o temeraria, la llegada de especies alóctonas de flora y fauna.

[Jordi Badia]